Como no puede ser de otra forma, en mi aventura a Marruecos me llevé a los mejores compañeros de viaje que existen: libros. Me llevé dos, y empecé por el más gordo, por eso de que íbamos a viajar menos y no tendría que ir cargándolo, y también porque el título y la temática me hacían pensar en una mayor inmersión cultural.
Ildefonso Falcones nos narra la vida de un joven morisco (musulmán convertido por la fuerza al cristianismo) en la Andalucía de la Reconquista. Así, veremos los trucos de los que se vale este inteligente joven para sobrevivir, sirviéndose de sus conocimientos de ambas religiones para ir cambiando de una a otra según la situación y lo que más le convenga, aunque siempre se sentirá musulmán, y será esta religión la que prevalezca en su vida.
A la hora de narrarnos las batallas, guerras y acciones violentas de ambos bandos, Falcones demuestra haberse documentado de verdad, aunque se esfuerza demasiado en intentar ser imparcial o, al menos, en no cometer la españolada de poner a los musulmanes como los malos. Tanto, que la imagen de bárbaros de los cristianos llega a ser exagerada. Y que yo diga eso, ya es demasiado…
Demasiada violencia por ambos lados, por ese afán de intentar compensar (si escribo que los cristianos mataron a un pueblo entero, los musulmanes decapitan a unas decenas de cristianos; si los musulmanes ajustician cruelmente a los cristianos apresados, éstos harán lo mismo con otros tantos…), un tanto de bien documentada cultura y tradición musulmana, amor y aventuras… ♥♥♥
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