Un apuesto joven al que besó en los labios con dulzura le esperaba en el andén. Tras el breve pero dulce e intenso beso, ella se apartó un poco de él, pero éste le agarró por la cintura con la mano derecha y con una sonrisa le puso la mano izquierda en la nuca y la besó de nuevo, intensamente. Ella cerró los ojos y se dejó llevar, bebiendo cada segundo.Sonó el soniquete que anunciaba las estaciones: “Próxima estación: Atocha.” Abrió los ojos y bajó a un andén donde no le esperaba nadie.
a las personas no hay quien las entienda, será que a lo mejor les resulto tan extraño como ellos lo son para mí
domingo, 10 de abril de 2011
En el andén
Un descanso entre tanta actualización pasada para presentar mi nuevo relato. Again, gracias, Escuela de Escritores, por motivarme a escribir...
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