Su turno
“Este gordo ocupa mucho lugar. Sacadle de aquí. Total, ya le toca.”El aludido no pudo evitar que un escalofrío le recorriese el espinazo. Aunque no lo pareciese, estaba consciente y no, no fue el frío lo que le hizo temblar. Notó cómo le cogían y cómo, resoplando, le arrastraban hasta un habitáculo aún más pequeño, oscuro. Gruñó, gimió, intentó revolverse…“Parece que notase que llegó su hora. ¿Cómo lo notarán siempre?”, rió la misma voz. “Eh, puerco, ¿cómo sabes cuándo es tu turno?” Riendo, alejó la cara del cerdo y se volvió de cara al resto de la piara.
La selección
- Este gordo ocupa mucho lugar.- Pero…- Está aquí ocupando sitio…- Pero… ¡es que me gusta mucho!- ¡Pero si ya ni lo miras! O dime, ¿cuántas veces has bajado a, al menos, quitarle el polvo de encima? No, no, se acabó…
Y lo echó al montón con otros cuantos que ya había condenado al destierro.
Odio las limpiezas anuales.
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