Que yo no lo quería… Que no
quería seguir dependiendo del dinero que me llegaba de España. Que si me he
venido aquí ha sido para buscarme la
vida y poder salir adelante, poder ser independiente (sí, lo dice la chica que
ha estado 3 meses apalancada en la casa de sus tíos sin contribuir
económicamente de ninguna forma, más que compras esporádicas). Que yo no quería
tener que pedir más dinero… Y ahora resulta que me ha tocado decidir entre
pedir para mi primer mes fuera de casa y seguir probando suerte (o más bien
tentándola) o volverme a Madrid al calor de los míos y pasar las Navidades
sintiéndome una perdedora. ¿Cómo es que en tres meses no he encontrado nada de
lo mío, más que trabajos esporádicos?
Así que he decidido alargar un
poco más mi vergonzoso regreso a casa y aguantar hasta febrero, que será cuando
seguramente me moriré de hambre porque el trabajo del Primark sólo me llega
para pagar el alquiler… ¿Cómo encuentro un trabajo de traductora en Londres que
me permita al menos comer?
Por ahora, mañana me mudo, un
poquito más arriba de la calle, y tengo un mes y poco para encontrar una forma
de ser definitiva y completamente independiente. Si no, siempre podré hacerme
vegana de nivel 5.
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