Tras haber pasado el viernes enterito en el LSL12 y no haber muerto, a pesar de que los virus del resfriado ya estaban en mi cuerpo, intentando apoderarse de mis habilidades cognitivas, he llegado a las siguientes conclusiones:
1. Sin el PGCE o un título de profa, ya me puedo ir olvidando de eso de enseñar español por mi cara bonita de española.
2.No es tan importante tener el IELTS (que es el que al final han terminado recomendándome por encima del Proficiency) o el TOEFL (si quiero enseñar, pero sín el título...) o el DALF como poder demostrar experiencia traduciendo/trabajando con estos idiomas. Así que en cuanto tenga un trabajo que me lo permita, me centraré en el alemán y en el árabe y, quien sabe si en el catalán.
3. Me he vuelto a enamorar de la lengua de signos y de la comunidad sorda. En cuanto pueda, cumpliré mi sueño de aprender de verdad el lenguaje de signos... aunque toca esperar a ver cuál aprendo. Por ahora, aprendo un poco más sobre ellos gracias al C2EduMTB :)
4. Esto de buscar curro en el mundo de las lenguas es echarle morro. Si ya lo hemos descubierto gracias (?) a la traductora de Juego de Tronos (buscad en Google las entrevistas a esta chica, así como su "conferencia" de esta semana y ya me diréis que os parece, tanto seáis traductores o no), ayer lo confirmé con un señor traductor de la Comisión Europea cuando dijo "No hace falta experiencia. A mí me reclutaroon nada más terminar la Universidad y nunca había hecho una traducción más allá del aula." En serio, hay gente que nace con una estrella en el culo o yo no sé qué hacen.
Con esto, y un montón de tarjetas de visita y de folletos, me dispongo a pasar un domingo muy entetenido escribiendo cartas de presentación, de motivación, y enviando CVs a diestro y siniestro.
Eso sí, ya puedo decir que soy traductora-intérprete jurado :D
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