Tras esto, decidí mirar un poco las tiendas, ya que estamos de rebajas y yo no he mirado nada… Pero la ropa que estaba a precio de “Me lo llevo” daba asco, así que me fui comiendo mi bocata hacia
Así que probé todas las puertas, miré, y vi que estaban todas las luces apagadas. Miro la revista y veo que pone que abre de Lunes a Sábado de 13h-18h. Miro el reloj y veo que no son ni las 12 (entonces recordé que cuando estaba llegando a
Así que miro a mi alrededor con cara de perdida, y decido que, ya que estoy en
Y me pongo a curiosear y agrego a mi lista un montón de cómics (cada vez que entro descubro más cómics…) Salgo a la 1 y cinco… Y me dirigo al edificio de la exposición… Y sigue todo cerrado y apagado. Entonces, através de una puerta, logro ver un cartel de la exposición… Donde pone que ésta es de Lunes a Viernes. Odio a todo dios y diosa, y decido cabrearme con Bruselas en general y con el que escribió la reseña de la exposición en particular.
Como no me apetece ir de rebajas, decido, cuando estoy a punto de entrar en el Metro, de que como tengo tiempo y, por suerte, no ha llovido desde que salí de casa (dejó de salir en algún momento en el que me ponía las lentillas o preparaba mi bocata), y como hoy vengo preparada con paraguas y mapa, después de semanas, irme a casa andando, que es algo que siempre he querido hacer. Así que me dirijo a
Y llego al Monte de los Museos y veo que el fail-day no lo será tanto, porque hay una exposición de fotos ahí. ¡Amo a estos belgas y sus exposiciones gratuitas y en la calle! Así que me paro a mirar y tomar fotos.
Subo el Monte de los Museos, admiro y fotografío
Esta vez sirven para hinchar el orgullo chauvinista de los belgas, porque es una exposición que muestra las buenas acciones de Bélgica para con los países extranjeros (Ecuador, Congo, Marruecos, Vietnam…).
Miro y hago más fotos. Llego a Ducale, y entre ir al Metro para hacer transbordo tras una parada o caminar hasta donde haría el transbordo, decido caminar, mientras le digo a mis pies que ya iba siendo hora de que volviesen a sentir el adoquinado suelo de Bruselas como deben hacerlo un par de pies de una buena turista.
E hice una buena elección. Porque descubrí dos librerías que me tendrán ahí bastante a menudo…
Muy muy muy barata… ¡Y tiene un libro de Gauguin muy interesante por 10€! ¡Y uno de Incas que vi en Lemonnier a mitad de precio!
Simplemente me ha enamorado esa librería… Es enorme, con un sótano dedicado a la literatura en Inglés y una barra y mesitas y sofás en el centro de la planta a “rez-de-chaussée” para comer o tomarse un café… ¡y te dejan leer! Ay…
Y feliz con mis nuevos descubrimientos, salgo y decido dar una tregua a mis pies cogiendo el Metro para recorrer las dos últimas paradas de vuelta a casa… Y decido fotografiar el Parque del Cinquentenaire otro día…
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