martes, 26 de abril de 2011

En el Metro.....

Porque no hay nada como que te hagan sonreír. Y si es con una canción, mejor. Y si es con una canción que hace años que no escuchabas, mejor aún. Y si podías ir siguiendo la letra mientras te la cantaban, aún mejor.


domingo, 24 de abril de 2011

Concursos: IV: Concurso de micro-relatos FNAC

¿Qué harías si fuese el último día de la humanidad?

Yo lo tengo muy claro: volver.

Y eso he contado en mi micro-relato. Por culpa del extraño modo de contar palabras del formulario de la FNAC he tenido que reducir mis exactas 150 palabras...


-          Debes de estar bromeando.
-          No.
-          Pero… ¿lo dices en serio?
-          Sí.
-          […]
-          Total, mamá, ya no importa, ¿no?
-          Aún así, me parece una locura…
-          ¡¿Qué locura?! ¿Qué quieres, quedarte aquí cruzada de brazos? Eso sí que es una locura…
-          Pero… ¿y el dinero?
-          ¡Qué más nos da el dinero! ¡Ya no le importa a nadie!
-          Pero no lo tenemos…
-          Lo tenemos… Si cogemos todo lo que tenemos, podemos irnos… Total, ya no lo vamos a necesitar.
-          Pero para eso nos quedamos acá…
-          Mamá… ¿No prefieres volver y morir allá?
Y así fue como, tras mucho discutir, reunir dinero, preparar el equipaje, despedirnos de los amigos que nos quedaban acá, mis padres, mi hermano y yo partimos de vuelta a la Pachamama, para despedir con la familia esta vida. Así sería más fácil encontrarnos en la siguiente.

Y se ha quedado así: 
-         ¿Lo dices en serio?
-         Sí.
-         Me parece una locura…
-         ¿Y qué quieres, quedarte aquí cruzada de brazos? Eso sí que es una locura…
-         Pero… ¿y el dinero?
-         Mamá… Ya no lo vamos a necesitar.
-         Pero para eso nos quedamos acá…
-         Mamá… ¿No prefieres volver y morir allá?

Y así fue como, tras mucho discutir, reunir dinero, preparar el equipaje, despedirnos de los amigos que nos quedaban acá, mis padres, mi hermano y yo partimos de vuelta a la Pachamama, para despedir con la familia esta vida. Así sería más fácil encontrarnos en la siguiente.

Votos a partir del 30 de abril en factoría FNAC (hipervínculo aún no disponible).

Concursos: III: Micro-relatos Cadena Ser + Escuela de Escritores

Un dos en uno.


Su turno

Este gordo ocupa mucho lugar. Sacadle de aquí. Total, ya le toca.”
El aludido no pudo evitar que un escalofrío le recorriese el espinazo. Aunque no lo pareciese, estaba consciente y no, no fue el frío lo que le hizo temblar. Notó cómo le cogían y cómo, resoplando, le arrastraban hasta un habitáculo aún más pequeño, oscuro. Gruñó, gimió, intentó revolverse…
“Parece que notase que llegó su hora. ¿Cómo lo notarán siempre?”, rió la misma voz. “Eh, puerco, ¿cómo sabes cuándo es tu turno?” Riendo, alejó la cara del cerdo y se volvió de cara al resto de la piara.

La selección

- Este gordo ocupa mucho lugar.
- Pero…
- Está aquí ocupando sitio…
- Pero… ¡es que me gusta mucho!
- ¡Pero si ya ni lo miras! O dime, ¿cuántas veces has bajado a, al menos, quitarle el polvo de encima? No, no, se acabó…

Y lo echó al montón con otros cuantos que ya había condenado al destierro.

Odio las limpiezas anuales.

Concursos: II: Micro-relatos RENFE


Viaje al centro de…

Se recostó contra la ventanilla, cerró los ojos y dejó que su mente volase hasta ella: sus curvas, sus rincones secretos, su olor, su perfil… Recorrió sus recovecos deleitándose, contando los minutos que le quedaban para volver a sentirse dentro de ella.
Un agudo pitido le despertó, y sonrió al abrir los ojos y encontrarse de frente con su nombre en un cartel, dándole la bienvenida.
Sonriente, cogió su maleta, bajó del tren y respiró hondo, aspirando ese inolvidable olor, el maravilloso aroma de su ciudad.